La heroína es una sustancia semisintética derivada de la morfina. Se trata del analgésico más potente que se conoce, incluso por encima de la morfina siendo sus efectos más cortos, lo que la convierte en una droga altamente peligrosa ya que crea una importante adicción psíquica y física.
Al entrar al cerebro, la heroína actúa en áreas involucradas en la percepción del dolor y de la gratificación, produciendo una oleada de euforia ("rush") acompañada de sequedad bucal, un enrojecimiento caliente de la piel, pesadez en las extremidades y confusión mental, a la vez que una sensación de estar volando ("onthenod"), que se alterna entre estar completamente despierto o adormecido.
El momento más difícil para acabar con la adicción a esta sustancia, consiste en dar los primeros pasos para dejarlo. La circunstacia y los problemas de cada persona es siempre diferente y siempre tiene sus complejidades. Por ello, hay que entender la dificultad de afrontar el proceso de desintoxicación de la heroína y ayudar a su consecución...
Por este motivo, contar con un equipo especializado y una hoja de ruta profesional que nos ayude a afianzar y realmente conseguir nuestra meta, dejar la heroína, se vuelve imprescindible en muchas ocasiones para comprometernos con nuestra decisión.
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