
Algunas personas pueden llegar a abusar de determinados comportamientos, llegando a crear una adicción similar a la de las drogas. Es el caso de la adicción al sexo; un problema complejo en su diagnóstico y con un gran impacto en la vida de los afectados.
Como ocurre en otros comportamientos adictivos, el rasgo más característico es la falta de control sobre la propia conducta, lo que lleva a la persona a ocupar mental y físicamente la mayor parte de su tiempo en actividades relacionados con la práctica sexual o con la planificación de ésta.
Normalmente, lo que da la voz de alarma son las graves consecuencias en la vida cotidiana, ya sea por la gran cantidad de tiempo y dinero invertidos, o por la interferencia de este problema en el desarrollo normal de las actividades sociales, familiares o profesionales.
Para hablar de adicción al sexo deben darse, durante un mínimo de seis meses, varias de las siguientes características: